En el marco de un operativo supervisado por el Ministerio de Seguridad Nacional, agentes del Departamento Federal de Investigaciones (DFI) de la Policía Federal Argentina (PFA) desarticularon una organización criminal dedicada al acceso ilegal a cuentas de WhatsApp y a la comisión de fraudes informáticos.
La causa se inició a partir de diez investigaciones conexas por delitos de fraude digital. Los hechos consistían en el “hackeo” de cuentas de mensajería instantánea mediante el ingreso a sitios falsos a través de enlaces fraudulentos, con el fin de engañar y estafar a las víctimas.
Los detectives iniciaron tareas de campo que incluyeron el análisis de movimientos bancarios y de billeteras virtuales. De esta manera, lograron detectar la actividad de una banda especializada en el acceso no autorizado a cuentas de WhatsApp mediante técnicas de phishing en páginas falsas.
Las víctimas eran captadas a través de publicaciones engañosas en la plataforma Marketplace de Facebook. Una vez obtenidas las credenciales, los delincuentes utilizaban las cuentas vulneradas para estafar a los contactos de los damnificados, ocasionando un perjuicio económico superior a los 20 millones de pesos y criptomonedas. Los fondos luego eran canalizados en la compra y distribución de criptoactivos, con el objetivo de dificultar su rastreo.
Gracias al ciberpatrullaje, el análisis de redes sociales y el seguimiento de operaciones bancarias, los investigadores identificaron a los integrantes de la organización y 21 domicilios vinculados a las maniobras, ubicados en las provincias de Corrientes, Santa Fe, Misiones y Buenos Aires, incluyendo un pabellón del Servicio Penitenciario Bonaerense en la ciudad de Magdalena.
Tras una serie de allanamientos, fueron detenidos tres hombres y tres mujeres, y se notificó de la formación de la causa a otros cuatro hombres y dos mujeres.
En las requisas se incautaron numerosos elementos de interés para la investigación: 3 CPU, 13 teléfonos celulares, una tableta, 3 notebooks, un disco rígido, un posnet, un pendrive y 2.400 dólares en criptoactivos, entre otros.
Cabe destacar que durante toda la pesquisa se contó con la colaboración del Departamento Técnico del Cibercrimen de la PFA. Los detenidos, junto con los elementos secuestrados, quedaron a disposición del magistrado interventor, acusados por el delito de Defraudación Informática.