Marca de agua, hilo de seguridad ventanillado, tinta de variabilidad ótica e imagen latente, algunas de las medidas a tener en cuenta.

En la Ciudad de Buenos Aires y otros puntos de la provincia de Buenos Aires comenzó a realizarse una nueva modalidad de estafa que ya genera terror entre los vecinos. Se trata de la colocación de multas truchas en los autos y que, al escanear el QR, te hackean el celular.

En lo que va del año hubo en todo el país 44 homicidios vinculados a este tipo de transacciones, advirtió un informe en base a datos judiciales.

Los policías identificaron algunas inconsistencias en el relato de la supuesta víctima. A partir de las cámaras de seguridad, los investigadores descubrieron que se trataba de una falsa denuncia.

El hombre, que terminó aprehendido por tentativa de estafa, aseguró que dos motochorros le habían sustraído el rodado.

El organismo pidió desestimar toda llamada, publicación en redes sociales y correos electrónicos que remitan a formularios sospechosos.

La denuncia la hizo la propia Comuna, cuando detectó que un empleado se quedaba con el 50% de los fondos destinados a la carga de combustible de autos y maquinaria oficial.

Tres hombres fueron aprehendidos, un empleado municipal que ingresó a trabajar bajo la gestión Ducoté, y los dueños de una estación de servicio. Se cree que desfalcaron al Estado local en 60 millones de pesos.

Desde la Secretaría de Innovación Pública advirtieron que usuarios recibieron mensajes en los que se les solicitaban datos personales. Aconsejaron no facilitarlos y realizar la denuncia correspondiente.

El aprehendido tiene 43 años y está señalado como uno de los integrantes de una organización que comercializaba viviendas falsas en urbanizaciones de Pilar.

Se cree que habrían defraudado a la Comuna por unos 60 millones de pesos. Desviaban vales de nafta a terceros, fluido que debía usarse para vehículos oficiales y maquinaria vial.