Miércoles, 31 Octubre 2018 18:34

Joven en silla de ruedas clama que lleguen arreglos a la calle en la que vive

Mariano reside en Del Viso. Por las condiciones de la arteria y falta de veredas no puede movilizarse. El intendente le prometió mejoras el año pasado, pero las máquinas nunca llegaron.

Mariano tiene 25 años, vive en Del Viso y tras sufrir una infección en la médula quedó en silla de ruedas.


Hace pocos días, y tras casi dos años de terapias, recibió el alta del Centro de Rehabilitación en el que se recuperaba, en San Miguel.


Pero al volver a su casa, se encontró con un obstáculo que no le permite desarrollarse en su comunidad: el mal estado de la calle.


La casa del joven está ubicada en la calle De las Carreras entre Lola Mora y Caprille, del barrio La Loma.


De tierra – y por ende barro cuando llueve-, irregular y con muchos pozos, a Mariano se le hace casi imposible desplazarse por la calle.


“Trato de tomarlo con humor, de ponerle la mejor onda. Pero la realidad es algo que me preocupa mucho”, dijo en un mensaje que publicó en su perfil de Facebook con la intención de que su reclamo llegue a quien corresponda.


Una vez la solicitud llegó. Ni más ni menos que a la autoridad máxima del Municipio.


Fue el año pasado. El intendente, Nicolás Ducoté, recorría el barrio y tomó nota de la situación.


“Delante nuestro, llamó a alguien. Pero acá nunca llegó ninguna máquina”, contó el hermano de Mariano, Francisco Tapia, a Pilar de Todos.


“Antes no me preocupaba ni le daba importancia porque caminaba como cualquier persona normal, pero ahora que estoy en silla de ruedas, el estado de la calle es algo que me preocupa mucho. Ya nos cansamos de juntar firmas pero seguimos esperando. Ojalá que alguien nos escuche”, pidió Mariano.


Junto a Francisco sueñan, de máxima, poder ver el asfalto y que así, las ambulancias puedan entrar sin temor a encajarse o caerse en las zanjas y al mismo tiempo facilitarle al joven sus traslados a las terapias que debe cumplir, o simplemente poder salir a pasear por su barrio.


Mientras tanto, Mariano aguarda en su casa donde su familia y sus dibujos – una de las pasiones que esta semana le valió el reconocimiento de la Cooperativa Tel Viso, que le otorgó el Premio Estímulo en la nueva edición del Concurso de Pintura – le hacen compañía y lo alientan a no bajar los brazos.


“Para mí, mi hermano es un ejemplo. Afrontó muchas derivaciones a centros médicos. Cuando le detectaron la infección en la médula, lo operaron de urgencia, estuvo en terapia intensiva. Salió de esa y hace unos días llegó a casa después de una larga rehabilitación. Encontró un refugio en sus dibujos. Ahora nos toca a nosotros lucharla para conseguir que arreglen la calle y él pueda estar mejor", resaltó su hermano Francisco.

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