Un informe elaborado por la consultora PROSeVI, especializada en seguridad vial, analizó el impacto del tránsito diario en los automovilistas que residen en Pilar y se trasladan por motivos laborales hacia la Ciudad de Buenos Aires.

Según el estudio, las personas que viven a más de 40 kilómetros de la capital emplean como mínimo entre dos y tres horas diarias en los viajes de ida y vuelta entre su domicilio y el lugar de trabajo. Esa carga horaria equivale a unas 15 horas semanales y a cerca de 30 días completos al año dentro del vehículo.

Panamericana, al límite de su capacidad

El informe identifica a la autopista Panamericana como el eje central de la congestión en el norte del Área Metropolitana de Buenos Aires. Por esa traza circulan más de 340 mil vehículos por día y, en los horarios pico, el caudal supera la capacidad técnica de la calzada en un 30%, lo que genera embotellamientos constantes y demoras recurrentes.

Desde PROSeVI señalaron que la mayor parte de los empleos continúa concentrada en CABA, mientras que el crecimiento residencial se expandió hacia la zona norte del conurbano. A ese fenómeno se suma el incremento sostenido del parque automotor, que no fue acompañado por una expansión equivalente del transporte público.

“La mayoría de los trabajos están ubicados en CABA, pero la vivienda se expandió hacia el norte. El parque automotor en Argentina creció exponencialmente, pero la red de transporte público no acompañó ese ritmo, entonces el auto sigue siendo la única opción ‘cómoda’ para muchos”, señala el informe.

La ampliación de la autopista, bajo debate

La ampliación de la autopista suele aparecer como una solución inmediata. En ese sentido, el informe recoge una pregunta frecuente entre los conductores: “Seguramente te preguntaste mil veces mientras esperás a paso de hombre en el kilómetro 30: ‘¿Por qué no agregan otro carril y listo?’”.

Sin embargo, desde la consultora advirtieron que “la respuesta es compleja” y recordaron que, desde la planificación urbana, especialistas alertan sobre el concepto de demanda inducida, según el cual la incorporación de nuevos carriles atrae un mayor número de vehículos y reproduce el colapso en el corto plazo.

Para PROSeVI, “el problema real es la falta de alternativas de transporte masivo eficientes y la concentración laboral en CABA”. En ese marco, sostienen que “el problema no es de ancho, sino que es de flujo y alternativas. Los expertos sugieren descentralizar los lugares de trabajo y mejorar drásticamente el transporte público”.

Efectos en la seguridad vial

El relevamiento también advirtió sobre las consecuencias del desgaste cotidiano en la conducta de los conductores. Recorrer entre 80 y 100 kilómetros diarios durante dos o tres horas impacta directamente en la seguridad vial.

Desde la empresa expresaron que “nos preocupa el factor humano: el embotellamiento genera estrés. El estrés genera agresividad. La agresividad provoca siniestros”. A eso sumaron que “un conductor estresado tiene tiempos de reacción más lentos”.

El informe concluye que el escenario actual configura “un círculo vicioso donde la infraestructura colapsada pone a prueba nuestra seguridad física y mental todos los días”, una situación que afecta a miles de vecinos de Pilar y de otros distritos del conurbano que se trasladan diariamente hacia la Ciudad de Buenos Aires.