El dueño de una concesionaria de Pilar recibió una condena por el delito de lavado de dinero proveniente del narcotráfico, aunque no va a ir a prisión.
La pena recayó en el empresario Carlos Rodolfo Maronna, propietario de la concesionaria Maronna Automovile que está ubicada en el kilómetro 39,5 de la autopista Panamericana, en Pilar.
El Tribunal Oral Federal de Corrientes lo condenó a solo tres años en ejecución condicional, por lo que el comerciante no va a quedar detenido.
El fallo se conoció en los últimos días y generó sorpresa, ya que tanto la Fiscalía como la Unidad de Información Financiera (UIF) habían solicitado una pena de 10 años de prisión para el empresario que, entre 2011 y 2014, intervino en una serie de operaciones destinadas a blanquear fondos pertenecientes a una organización narco liderada por Roberto Eduardo Rodríguez.
Según la acusación, Maronna participó en 13 transacciones de compra y venta de vehículos, muchas de ellas por debajo de su valor fiscal, evitando así los controles y reportes obligatorios ante la UIF.
Por sus manos pasaron autos de alta gama y otros rodados que luego eran comercializados por la red criminal.
Para el fiscal federal Carlos Schaefer, Maronna no solo facilitó la estructura comercial de su concesionaria -de amplia actividad en Pilar- sino que integró la organización criminal al poner a disposición del grupo un canal formal para introducir en el mercado bienes adquiridos con dinero ilícito.
La UIF, en la misma línea, sostuvo que las maniobras permitieron "darle apariencia lícita" a los bienes surgidos del tráfico de marihuana y del contrabando.
El empresario intentó desligarse durante el juicio. Entre gritos y llanto, aseguró que no pertenecía a ninguna organización narco y que era víctima de una "persecución mediática". Sus abogados ya habían intentado suspender el debate alegando que Maronna no estaba en condiciones psíquicas de afrontarlo, pero los informes médicos fueron descartados por el tribunal.
El proceso judicial se enmarca en una extensa investigación que tuvo conexiones directas con Pilar.
En 2014, la concesionaria Maronna Automovile fue allanada durante un megaoperativo ordenado por el juez correntino Carlos Soto Dávila. En aquel procedimiento -recordado por su magnitud en el distrito- Gendarmería Nacional secuestró decenas de vehículos de lujo, motos de alta cilindrada, un motorhome, un cuatriciclo y documentación que resultó clave para avanzar en la causa. Ese día también fue detenido un sospechoso vinculado a la organización narco.
La banda liderada por Rodríguez ya había sido desbaratada en 2014 y sus integrantes condenados, con la excepción de Maronna, quien en su momento había sido beneficiado con un sobreseimiento otorgado por el propio juez Soto Dávila y su secretario. Ambos funcionarios años después terminaron siendo condenados por integrar una asociación ilícita que favorecía a narcotraficantes.
Según la acusación, las operaciones ejecutadas desde la concesionaria de Pilar incluían la venta de vehículos de alta gama que luego eran registrados y utilizados por la organización narco. Uno de ellos -una Audi Q5 que Maronna vendió a Rodríguez- fue incautado en Mendoza en 2013 transportando 1.200 kilos de marihuana.
Aunque fue condenado, el Tribunal Oral Federal de Corrientes no aplicó los agravantes solicitados por la Fiscalía y la UIF y tampoco ordenó la cancelación de la personería jurídica de Maronna Automovile, cuya actividad había sido señalada como "pieza fundamental" para el lavado de activos.