Viernes, 23 Marzo 2018 21:28

Toma de terrenos: La policía desalojó dos intentos de usurpaciones

Ocurrieron en Manzanares y Villa Astolfi. En ambos casos, familias sin techo armaron precarias casillas y delimitaron porciones de tierra. Tras varias horas de negociaciones, fueron expulsados.  

En las últimas horas, efectivos de la Policía de Pilar desalojaron dos intentos de toma de terrenos que se produjeron en las localidades de Manzanares y Villa Astolfi.

En ambos casos, un grupo de personas llego hasta terrenos vacíos y amplios, lograron delimitarlos y hasta construir precarias casas con maderas, cartón y bolsas de nylon.

 

Los movimientos fueron advertidos por los vecinos que en ambos casos dieron aviso a la Policía.

En Villa Astolfi, la toma ocurrió en la tarde de este viernes en un predio ubicado entre las calles Río Atuel y Manuel Quintana.

Allí, según detallaron voceros policiales, “entre 60 y 80 personas estaban dentro del terreno con intenciones de tomar posesión del mismo”.

Las tareas para intentar desalojarlos demoraron varias horas. Tras las negociaciones, las personas accedieron a retirar sus pertenencias del lugar y retirarse.

Sin embargo, la situación terminó con una persona detenida que al no querer salir del lugar comenzó a rociar todo con combustible y amenazó con prender fuego el predio.

Finalmente, pasadas las 18 horas, el predio quedó desalojado.

A ese episodio se le suma el ocurrido el pasado jueves en la localidad de Manzanares. Esta vez, el terreno que se intentó ocupar es el que está ubicado en las calles Río Volga, entre Falconer y el cauce del Río Lujan, en el barrio Luchetti.

Al llegar la policía, alertada también por los vecinos, se encontró con un grupo de personas “armando carpas improvisadas con troncos de árboles y nylon, intentando delimitar parcelas con ramas y basura”, consignaron los efectivos.

Pero además, las personas también habían avanzado para lograr contar con energía eléctrica, por lo que habían realizado peligrosas conexiones en el cableado existente.

En ese caso, las familias se negaban a dejar el sitio por lo que la policía terminó demorando a ocho personas.

Debido a ese accionar, la situación se tornó tensa en el lugar y hasta algunos vecinos calificaron el episodio como “un desalojo violento”.

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